dilluns, 10 de novembre del 2008

UN CONTE MES



GALLETITAS
A una estación de trenes llega una tarde, una señora muy elegante. En la
ventanilla le informan que el tren está retrasado y que tardará
aproximadamente una hora en llegar a la estación.
Un poco fastidiada, la señora va al puesto de diarios y compra una revista,
luego pasa al kiosco y compra un paquete de galletitas y una lata de gaseosa.
Preparada para la forzosa espera, se sienta en uno de los largos bancos del
andén. Mientras hojea la revista, un joven se sienta a su lado y comienza a
leer un diario. Imprevistamente la señora ve, por el rabillo del ojo, cómo el
muchacho, sin decir una palabra, estira la mano, agarra el paquete de
galletitas, lo abre y después de sacar una comienza a comérsela
despreocupadamente.
La mujer está indignada. No está dispuesta a ser grosera, pero tampoco a
hacer de cuenta que nada ha pasado; así que, con gesto ampuloso, toma el
paquete y saca una galletita que exhibe frente al joven y se la come mirándolo
fijamente.
Por toda respuesta, el joven sonríe... y toma otra galletita.
La señora gime un poco, toma una nueva galletita y, con ostensibles señales
de fastidio, se la come sosteniendo otra vez la mirada en el muchacho.
El diálogo de miradas y sonrisas continúa entre galleta y galleta. La señora
cada vez más irritada, el muchacho cada vez más divertido.
Finalmente, la señora se da cuenta de que en el paquete queda sólo la última
galletita. " No podrá ser tan caradura", piensa, y se queda como congelada
mirando alternativamente al joven y a las galletitas.
Con calma, el muchacho alarga la mano, toma la última galletita y, con mucha
suavidad, la corta exactamente por la mitad. Con su sonrisa más amorosa le
ofrece media a la señora.
- Gracias! - dice la mujer tomando con rudeza la media galletita.
- De nada - contesta el joven sonriendo angelical mientras come su mitad.
El tren llega.
Furiosa, la señora se levanta con sus cosas y sube al tren. Al arrancar, desde
el vagón ve al muchacho todavía sentado en el banco del andén y piensa: "
Insolente".
Siente la boca reseca de ira. Abre la cartera para sacar la lata de gaseosa y se
sorprende al encontrar, cerrado, su paquete de galletitas... ! Intacto!.

9 comentaris:

Anònim ha dit...

El cuento nos enseña que antes de acusar a una persona tenemos que asegurarnos que sea verdad.

El cuento está bien.

zineb

Anònim ha dit...

javieR:::
la historia nos quiere dejar claro que para dar una acusacion tienes que tener una prueva.

Anònim ha dit...

Roberto!"!!
Esta muy bien porque nos explica como una persona sin tener pruevas o evidencias acusa a alguien.

Anònim ha dit...

nuca ai ke culpar ni acosar a alguna persona sin estar segurros
bilaaal jeje ew

Anònim ha dit...

(Marcos)

D'aquest conte en mostra que per acusar algu tenim probes,pero no per aixo culpem al que ens senbli el culpable.

Com un Bolígran que yo crec que m'el ha robat en robert, pero en veritat el tenia a la mochila,tenim que tenir probes abans.

Anònim ha dit...

Molt bé nois!!!Marcos, rectifica les faltes!
Pilar A

Anònim ha dit...

(Joan)

Este cuento nos enseña que ante de acusar a una persona de hacer algo malo, tienes que tener pruevas.

Anònim ha dit...

(Raja)
Este cuento nos enseña que antes de acusar a una persona tenemos que estar seguros de lo que decimos.

Anònim ha dit...

(Pierina)
Este cuento dice que antes de culpabilizar a una persona de hacer algo malo tenemos tener pruevas para acusarle.