El pasado sábado 8 de marzo el sillón g de la RAE se quedó vacío. Su inquilino desde 1972, Antonio Colino, especialista en Electrónica y Energía Nuclear y académico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, murió el viernes en Madrid, dejando temporalmente "huérfano" este sillón de la Academia. ¿Quién será su próximo ocupante? Sólo el tiempo nos lo dirá. R.I.P
Bea
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